Mario Benedetti.
Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser otra
como amorosos la recorren
el amor pasa por los parques
casi sin verlos, pero amándolos
entre fiestas de los pájaros
y la homilía de los pinos
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
uno es el rostro del amor
el amor va y viene y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros
y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que solo le queda el duelo
y las estatuas del amor.
y las estatuas del amor.
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